Han pasado veinte años desde que abrí por primera vez mis ojos para mirar el mundo, no me dí ni cuenta. Veinte años. Soy adulta e irresponsable (a veces)
Hoy ha sido uno de aquellos días llenos de felicidad y momentos únicos, donde mi capacidad de resistencia falla y me rindo ante todas las situaciones para disfrutarlas lo más que pueda. Y en el paréntesis del paréntesis trato de graficar el sentimiento que me hace sentir, lo más cuático es que nunca lo sentí con nadie, sino que es sólo él.
No es que yo esté loca, es sólo que la sensación invade mis sentidos y todo explota en risas y llantos, es sólo que a veces soy tan feliz que después me siento avergonzada de ser tan feliz, tan feliz...
...Es muy tarde y no puedo dormir, estoy pensando en ti, en los momentos, en los errores, en todos mis lamentos. Déjame reír por un momento que de pronto dejaré de hacerlo. Tú conoces mi bipolaridad, mis secretos más guardados, mis manías y mis pecados.
Yo disfruto de los momentos lentos, de los juegos tontos y los besos en cámara lenta y cuando esa cámara lenta se detiene en tus ojos, soy tuya y para siempre. Para siempre.
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